El efecto Quijote
Parecía buena idea: un chip intracerebral, un puerto USB y cualquiera podía enchufarse un libro electrónico e inyectarse en segundos el manual de la lavadora, el periódico, la Biblia o la Ilíada. Pero hubo un fallo: saturaron el filtro de la fantasía, el mecanismo por el cual nuestra mente diferencia lo real de lo ficticio. Ahora las calles están llenas de Julietas suicidas, D´artagnanes retadores, Ulises cegando Polifemos; y hétenos aquí, tú y yo mi buen Sancho, solos para detener tanta barbarie.
Miguel A. Román.
Actividades:
- Señala el argumento del microrrelato. ¿De qué habla? ¿Qué ha ocurrido?
- ¿Por qué se llama "El efecto Quijote"?
- Escribe un breve cuento o un ensayo sobre cómo sería el mundo si todos estuviésemos bajo este efecto.